Históricamente, se han llamado «Ensayos no destructivos» por que algunas de las primeras pruebas no dañaban al concreto, tal como una simple inspección visual realizada por profesionales con experiencia en el rubro y conocimientos de construcción.
Sin embargo al pasar de los años, han surgido nuevos métodos que requieren como mínimo «un daño local superficial» que permitan con más exactitud conocer el estado real de una estructura. Por lo tanto, el término de «No destructivo» en la actualidad se refiere a métodos que no alteran al concreto y dan lugar a un daño menor en la superficie.
Ventajas
Según el ACI 228.2 que explica a detalle sobre los ensayos no destructivos, menciona que las ventajas que se obtienen, radican en la simplicidad, rapidez, y en la posibilidad de realizar múltiples muestras, eso sí, en zonas localizadas, sin alterar la resistencia y su funcionalidad estructural a un costo relativamente bajo, que a diferencia de ensayos destructivos, que si comprometen la homogeneidad de la estructura.
¿Por que son necesarios estos ensayos durante y después de la construcción?
Como ingenieros, nos surge la necesidad de saber sobre el estado actual de las estructuras y a partir de allí poder brindar un diagnóstico que nos permita conocer las características físicas o quizá alguna patología que esta ya pueda sufrir.
La resistencia a la compresión del concreto es uno de los parámetros más importantes considerados por los ingenieros para evaluar el estado de la estructura. La eliminación de testimonios de piezas de concreto a menudo están restringidas o incluso prohibidas, por lo tanto, el método no destructivo es a menudo la única alternativa viable.
Comúnmente, después de ocurrido algún evento no fortuito tal como sismos, es de suma importancia determinar la calidad de la estructura para una mayor seguridad.
Estas pruebas nos permiten obtener características de una estructura con mucha más precisión.
Tal como estimar la resistencia del concreto durante la construcción o también ser utilizadas para estimar la resistencia del concreto en estructuras ya existentes, estas 2 aplicaciones requieren de estudios levemente diversos y además se conocen una variedad de técnicas para estimar la resistencia del concreto.
Ensayos durante la construcción
Uno de estos métodos que por más de 70 años, en la práctica norteamericana, ha venido realizándose es la muy conocida por todos nosotros: La prueba a compresión en cilindro estándar.
Este método es relativamente fácil de realizar en términos de muestreo, preparación de especímenes, y determinación de la fuerza, se realiza durante la construcción de la estructura a edificar.
Sumado a eso, cuando se realiza correctamente esta prueba tiene una baja variación de resistencia dentro del laboratorio, y por lo tanto se presta fácilmente para ser utilizada como estándar o real. Este valor de fuerza es un parámetro esencial en códigos de diseño.
Esta prueba se utiliza principalmente como base para el control de calidad y con ello asegurar que las especificaciones técnicas del concreto sean las correctas.
Ensayos pos construcción
El Schmidt Hammer, también conocido como Swiss Hammer o Esclerómetro, es un instrumento de medición portátil para probar las propiedades elásticas o la fuerza del concreto a través de la dureza de la superficie y la resistencia a la penetración.
Este instrumento fue inventado por el ingeniero suizo Ernst O. Schmidt a principios de la década de 1950 y Proceq lo introdujo al mercado. Se considera uno de los principales métodos de ensayo no destructivos del concreto.
Tal como se muestra en el video, la prueba debe realizarse con el martillo en ángulo recto con respecto a la superficie, que a su vez debe ser plana y lisa. La lectura de recuperación se verá afectada por la orientación del martillo.
Este ensayo para probar el concreto, se rige por ASTM C805 y también de acuerdo con EM-12504-2 y EM13791.
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