A lo largo de la historia tenemos como antecedentes la construcción de puentes que sencillamente son colosos por su sola magnitud, es el caso del Golden Gate, que impresiona a turistas o personas de alrededores que lo visitan, siendo el más famoso de San Francisco – California.
Sin duda alguna, el diseño de puentes con estas características de ingeniería pura, producto del increíble cálculo que este requiere tomando en cuenta que hace unos años no existían aplicaciones tan sofisticadas que simulen la creación o el comportamiento de estas estructuras digitalmente, a lo que hoy se conoce como Construcción 4.0.
Sin embargo, allá por el 2004 en la ciudad de Westminster en Londres – Reino Unido, con tan solo 12 metros de longitud, se creó el puente más original que pueda existir en el mundo: The Rolling Bridge.
¿Que tiene este puente tan pequeño que lo hace «original» al resto?
Muy a pesar de sus 12 metros de longitud, que rozaban los parámetros para llamarse «puente» mas no «pontón», y de un uso peatonal exclusivo, es el mecanismo que lo conforma que le da esa originalidad que tanto el mundo habla, ya que gracias a bombas hidráulicas, este puede adquirir la forma de un octágono (8 porciones triangulares) cada cierto tiempo.
Construido con solo 2 elementos principales: acero y madera, este puente es la joya de la corona de la ciudad de Westminster, que cada viernes al medio día se enrolla para que semanalmente le den labores de mantenimiento.
Y no era de esperarse que pronto obtenga premios por la novedosa invención que lograron los ingenieros que crearon este puente, siendo ganadores del premio de construcción Structural Steel Desing Award y también fue galardonado con el Emerging Architecture Award.
Un poco de ingeniería
Este puente desenrollado forma una celosía tipo warren, y al cerrarse la parte superior comienza a doblarse, plegándose sobre si mismo, logrando la forma de un octágono como ya se había mencionado anteriormente
El objetivo de esta estructura era el de marcar un hito, siendo diseñado por el arquitecto Thomas Heatherwick, y los ingenieros Anthony Hunt y Packman Lucas, que con tan solo un ancho libre o luz de 8.10 metros experimentaron un diseño tipo oruga que aumentó de longitud del puente bajo una configuración de barandillas estructurales, logrando así la tan famosa escultura octogonal.
A continuación mostraré en video el funcionamiento de este puente, que en no más de 10 minutos logra ponerse en funcionamiento a los peatones, causando el asombro de los turistas quienes llegan al lugar.